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jueves, 10 de junio de 2010

LEYENDAS CELTAS

La Guerra por Etain:

Según cuenta la leyenda, Etain, hija de Etar creció con una belleza envidiable. Echoy, rey de Irlanda, quien andaba buscando una buena mujer para casarse, se enamoró de ella nada más al verla. Se casó pues con ella y pasaron años juntos. Eochy tenía un hermano llamado Ailill. Sucedió que Aillil cayó enfermo y nadie sabía la causa de sus males. Él mismo le confesaría después a Etain que la causa era su amor por ella, y la convenció de que si no llegaban a consumar ese amor él moriría. Etain se cita con Ailill para amarse pero éste no llega a la cita. Quien llega es Midir el Orgulloso, quien le dice que él había hechizado a Aillil para poder citarse en ese sitio con ella. El le pide que se fuera con él a la Tierra de la Juventud, pues ya Fuamnach había muerto.Etain no entendía nada, así que Midir le explicó todo su pasado. Poco después se fueron los dos esposos inmortales. Eochy se enfadó mucho al saber de la fuga de su esposa, y fue donde un famoso druida quien le informó donde estaba el palacio de Midir. Eochy y su ejército fue a buscarla a la Tierra de la Juventud y encontró fuerte resistencia por parte de la gente de Midir, pero al final quedaron acorralados y Midir tuvo que ceder y le dijo a Eochy que se la entregaría. Entonces, ante los ojos de Eochy desfilaron 50 doncellas tan igual de bellas como Etain. Midir dijo: "escoge a tu verdadera esposa". Se dice que Etain le hizo una señal y así pudo él acertar la escogencia. Etain volvió a vivir con Eochy y le dio una hija a quien llamaron también Etain.


Cuchulain y las dos pruebas de Skatha:


Se dice que Cuchulain decidió un día ir a la Tierra de las Sombras para aprender del arte de la guerra con Skatha. En el camino se encontró con el legendario Puente de los Obstáculos, el cual estaba suspendido sobre unas aguas turbulentas y llenas de monstruos violentos. Cuando alguien intentaba cruzar el puente, éste se levantaba y lo devolvía a su origen. Cuchulain lo intentó varias veces, pero justo cuando llegaba a la mitad, el Puente de los Obstáculos lo sacudía y lo mandaba al otro lado. En un intento final, de un sólo salto llegó hasta la mitad y con otro salto llegó hasta donde estaba Skatha esperándole. Estuvo un año y medio aprendiendo con Skatha. Ésta le enseñó a usar el Gae Bolg (bella lanza) y se convirtió en experto en esta poderosa arma.

El Arpa de Dagda:
Se cuenta que el arpero de Dagda cayó prisionero de los fomorianos. Fueron entonces Dagda y Lugh hasta el campamento enemigo a rescatarlo. Allí vieron, colgada de una pared,el arpa. Dagda la llamó y voló inmediatamente a donde estaba él, matando a nueve hombres que se atravesaron en su camino. Una vez en sus manos, Dagda tocó una música mágica y los fomorianos cayeron en un largo sueño y lograron escapar.

LEYENDAS ESCANDINAVAS

El martillo de Thor:



Un día al despertar, Thor se percató de la falta de su esplendoroso martillo, consternado, acudió a Loki, y éste le respondió que quizás fue raptado por algún gigante, de esta manera fue volando con el traje mágico de Freya, a la tierra de los gigantes, donde en efecto se encontraba su martillo, que fue tomado por Thrym, el rey de los gigantes. Y no estaba dispuesto a entregarlo, a menos que le dieran a Freya para desposarla. Loki, astuto y suspicaz como siempre ideó un plan, este consistía en disfrazar a Thor con la ropa y el collar de Freya, además de cubrirse la cara con un velo. Una vez en la tierra de los gigantes, Thrym ofreció un banquete en honor a su boda, y al sellar el matrimonio con el martillo, Thor se desprendió de su disfraz y lo tomó, Thrym suplico piedad, pero ya era muy tarde, el salón se inundó de truenos y relámpago, y con su martillo dio muerte a Thrym y a todos los gigantes.



Leyenda de "no me olvides":



El "no me olvides" o miosota, es una pequeña flor azul, con un poco de color rojo. Nació así: Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores, no obstante una pequeña florecilla le suplicaba: ¡No me olvides!, ¡No me olvides!, pero como su voz era tan fina, Dios no alcanzaba a oírla, una vez que el creador finalizó toda su obra, pudo percatarse de esa pequeña voz, más ya todos los nombres estaban dados, así que Dios le dijo: "No tengo nombre para ti, pero te llamaras "no me olvides". Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre". Además le dijo que serviría para acompañar a los muertos y para consolar a los vivos.

LEYENDAS HINDÙES

La pelea entre Shiva y Krishna

Se cuenta que Anhiruddha, nieto de Krisna, estaba enamorado de una bella joven llamada Usha. Este romance no era bien visto por Bana, el padre de Usha. Así que, en una ocasión en que Anhiruddha intentó encontrarse con Usha, el rey Bana lo apresó. Cuando Krisna se enteró de lo sucedido le pidió al rey que lo liberara. Éste no accedió. Fue entonces que Krisna se declaró en pie de guerra contra Bana y lo atacó. En defensa del rey apareció Shiva y su hijo Kartikeya. La pelea fue fuerte y salvaje. Al final Kurtikeya huyó del sitio de batalla y Shiva se quedó sentado en su carro, pues estaba sumamente cansado. Krisna decidió utilizar su mejor arma: su disco maravilloso. Lo lanzó contra los cien brazos de Bana y los cortó de un solo tajo. Cuando quiso lanzarlo de nuevo Shiva intercedió en defensa de su amigo y mandó a liberar a Anhirudda. Krisna le dijo a Shiva: 'debes comprender que tu no eres distinto a mi, eres lo que yo soy'.
El nieto de Krisna estaba encarcelado en la ciudad de Sonitapura.Cuando fue en busca de él, Krisna se tuvo que enfrentar a La Fiebre, una temible emanación de Shiva, que tenía tres pies y tres cabezas. Krisna creó a su vez otra Fiebre y fue así como pudo enfrentar a este poderoso rival. Cuando al fin lo derrotó, La Fiebre enemiga le dijo: 'Quienes mantengan en su mente la batalla entre nosotros dos, no sufrirán de enfermedades febriles nunca'.





Krisna Levanta el Monte Govarddhana:




Se cuenta que en cierta ocasión, Krisna quiso molestar a Indra. Para ello se dirigió a unas pastoras que se disponían a adorar al dador de la lluvias (Indra). Krisna les recomendó que adoraran mejor al Dios de la montaña, pues éste proveía de hierba para alimentar al ganado. Entonces Krisna se dirigió a la cima de la montaña y esperó a que llegaran las pastoras. Una vez que estaban allí, les dijo: "Yo soy la montaña". Esto irritó mucho a Indra y mandó a toda la región un gran diluvio. Al ver esto, Krisna levantó el monte Govarddhana con una mano y lo sostuvo a manera de paraguas protegiendo a todos por siete días con sus noches. Indra reconoció la grandeza de Krisna y lo alabó terminando así su ira.





Kurma (La Tortuga) y el Océano de leche.


Un sabio Brahman llamado Dervaras, regaló cierto día una hermosa guirnalda a Indra. Éste le agradeció el gesto al sabio y la colocó en la cabeza de su elefante. Pero el paquidermo se excitó con el perfume que tenía la guirnalda y la tiró al suelo. Dervaras entendió esto como un desprecio y una ofensa. Decidió entonces maldecir a Indra y a todos los dioses diciéndole que su reino terminaría pronto. Los Dioses pronto vieron perder su poder y temieron ser vencidos por los asuras (demonios). Fue Visnu quien ideó un plan para combatir la maldición. Reunió a los demás Dioses y les dijo: "Tomad plantas y hierbas de distintos tipos y echadlos en el mar de leche.

Tomad a la montaña Mandava como palo de batir y a Vasoki, la Serpiente, como soga. Juntos batid el océano para producir el brebaje fuente de toda fuerza e inmortalidad". Así hicieron los dioses y Visnú llevó a cabo su segunda encarnación en la tierra en forma de tortuga, para ser utilizada como eje para la gran "batidora" del océano. Cuando batieron el mar de leche, surgió de las aguas en primer lugar: la Vaca Sagrada Surabhi, fuente eterna de leche y mantequilla. Luego saldrían: Varuni, la diosa del vino; Parijata, árbol del paraíso; las apsaras, coro de ninfas celestiales y la luna. Después aparecería la más bella de todas las diosas: Sri o Laksmi, quien luego se casaría con Visnu. Al final surgió Dharvantari, médico de los dioses. En su mano sostenía la copa del néctar milagroso. Cada uno de los dioses tomó del brebaje y volvieron a ser poderosos, terminando así con la maldición de Dervaras.





LEYENDAS ROMANAS

El Rapto de las Sabinas


Cuando Rómulo terminó de fundar la ciudad de Roma, con la finalidad de poblarla rápidamente, invitó a que se instalara toda clase de gente, aduciendo que era la mejor ciudad para vivir en libertad.

A pesar que la mayoría de los habitantes no eran muy recomendables, Rómulo estaba feliz.

Designó a cien hombres “Padres de la Patria” o Patricios para asegurar el orden y la seguridad de esta nueva ciudad. Pero el problema más grave que tenían era la falta de mujeres. Si no las conseguían rápidamente, el futuro de la ciudad estaba destinado al fracaso.

Luego de muchas reuniones donde analizaron todas las posibilidades, los Senadores creyeron que lo mejor sería visitar a los pueblos vecinos para explicarles sus intenciones. Ninguno acepto la oferta de los romanos, porque como ya sabemos los habitantes de Roma dejaban mucho que desear y ningún padre quería entregar a sus hijas a ese tipo de gente.

Los romanos se sintieron agraviados ante la negativa, pero Rómulo los calmó cuando les dió a conocer un nuevo plan.

Cuando llegó la fiesta del dios Consus, Rómulo organizó unas grandiosas carreras de caballos invitando a las poblaciones vecinas. Roma se llenó de visitantes para la fiesta ya que llegaban familias enteras para celebrar el gran acontecimiento.

En aquel entonces, los vecinos más numerosos y poderosos de la región eran los sabinos y eran los que en mayor número se habían presentado para honrar al dios Consus.

Cuando todos los visitantes se hallaban entretenidos participando de las competencias, los hombres de Rómulo raptaron a todas las muchachas que encontraron y las escondieron.

Los vecinos se enfurecieron y solo pensaban en vengarse de los romanos.

Las Sabinas secuestradas estaban muy asustadas ya que no conocían los planes de los romanos. Pronto, Rómulo se presentó ante ellas para calmarlas diciendo:-No deben tener miedo. Nada malo les ocurrirá. Solo deseamos que conozcan a los ciudadanos romanos, se enamoren, se casen y tengan muchos niños para que la ciudad de Roma crezca y sea próspera.

Los ciudadanos romanos se mostraron atentos y cariñosos con las jóvenes y ellas pronto accedieron formar nuevos hogares.

Las poblaciones vecinas no podían perdonar a los romanos por haber quedado sin hijas y para rescatarlas eligieron a Tito Lacio, rey de los sabinos.

Como en esos tiempos, las mujeres estaban consideradas como una clase inferior, Tito Lacio pensó que no valía la pena derramar sangre por unas cuantas mujeres.

Otras poblaciones vecinas buscando vengarse atacaron Roma, pero los romanos supieron defenderse y ganaron todas las batallas. Rómulo se mostró comprensivo con sus atacantes y, en lugar de hacerlos prisioneros, los perdonó así formaron un pueblo unido.

Al ver que el poderío de Roma avanzaba sobre los otros pueblos, Tito Lacio cayó en la cuenta de que si no hacía algo pronto para atacar a Roma, los sabinos terminarían bajo el dominio romano y comenzó a trazar un plan de ataque.

Mientras estudiaba cuidadosamente acerca de la manera de atravesar la muralla de Roma, vio a una joven muchacha que salía de las puertas de la ciudad para llenar su cántaro con agua. Esa joven se llamaba Tarpeya y era hija del alcalde de la ciudad.

A Tarpeya le apasionaban las joyas de oro. Cuando vio al grupo de sabinos con sus relucientes brazaletes quedó deslumbrada y les preguntó:- Dime, ¿Esos brazaletes que llevas en tus muñecas, son de oro?

Tito Lacio respondió:- Son de oro puro y tú puedes tenerlos esta misma noche, si quieres.

-Dime que debo hacer- Respondió Tarpeya .

-Solo debes descorrer los cerrojos de esta puerta a medianoche y todos estos brazaletes serán tuyos.-le confió Tito Lacio.

A la hora señalada, Tarpeya corrió los cerrojos y luego fue ante los sabinos a reclamar su recompensa.

-¿ Tu quieres nuestros brazaletes?! Pues aquí los tienes!-y la golpearon duramente hasta matarla.

Luego la arrojaron desde una roca, que desde entonces se llama Tarpeya.

Nadie esperaba ese sorpresivo ataque, y mucho menos Rómulo que dormía placidamente. Pero el dios Juno, defensor de las puertas de la ciudad, hizo brotar ante los sabinos una fuente de calor y por unos momentos tuvieron que retroceder su ataque.

Los romanos trataron de defenderse ante una nueva embestida sabina. Rómulo, desesperado le prometió al dios de los dioses erigirle un templo en el lugar exacto en que ganasen la batalla y luego volvió a arengar a sus hombres con una nueva esperanza y el combate que parecía perdido volvió a equilibrarse.

Los sabinos estaban al mando de Mecio Curcio, un charlatán que alardeaba constantemente acerca de lo que haría una vez que traspasara las puertas de Roma. Pero su caballo se encabritó y corrió hacia un pantano fuera de control y se ahogó. Mecio Curcio se salvó de la muerte pero no del susto y huyó despavorido del combate.

Cuando la lucha se inclinó a favor de los romanos, las sabinas, tomaron a sus hijos de la mano y se interpusieron entre ambos bandos.

Todos los que combatían eran o hermanos o padres o esposos de ellas, y les pidieron por favor que no pelearan más, ya que no deseaban quedarse ni huérfanas ni viudas.

Esto terminó con todas las guerras. Rómulo y los sabinos firmaron una alianza que los unió para siempre. Tito Lacio gobernó juntamente con Rómulo hasta que falleció, y luego Rómulo fue el rey de romanos y sabinos.

LEYENDAS EGIPCIAS

El Mito del nacimiento de Osiris



Cuenta la leyenda, que la joven y bella diosa del cielo, Nut, se enamoró de Geb, dios de la tierra.

Ra, dios del sol y padre de Nut, no podía aprobar ese matrimonio, porque un adivino le había dicho que el niño nacido de esa unión gobernaría la humanidad. Por supuesto, Rá jamás permitiría semejante cosa.

¿Qué hizo Rá? Elevó una maldición sobre Nut diciendole: - Nut, te prohíbo que tengas un niño con Geb en el término de un año de 360 días. No lo tendrás ni de día ni de noche.

Nut, desesperada, corrió a pedirle ayuda a su amigo Thot que era muy astuto. Thot sabía que un mandato del jefe de todos los dioses no podía desobedecerse, pero tramó un plan para ayudar a Nut.

Thot se reunió con Selene, la diosa de la luna, con la excusa de jugar a las cartas. Ambos apostaron fuertemente, pero Selene apostó un poco de su luz. La decimoséptima parte de sus iluminaciones, y las perdió.

Por esa razón la luz de la luna es más débil en ciertos periodos no pudiendo competir con la luz del sol.

Con la luz que Thot le ganó a Selene, creó cinco días más que agregó al año, que por entonces, solo tenía trescientos sesenta días. Esos cinco días no pertenecían a ningún mes y tampoco a ningún año.

Nut, mediante ese ardid y sin desobedecer a su padre, pudo tener a sus hijos durante esos días.

El primer día tuvo a Osiris, el segundo, a Horus, el tercero a Set, el cuarto a Isis y el quinto a Neftis.

Cuenta la leyenda que cuando nació Osiris, se escuchó una voz que desde el cielo proclamaba: ¡Ha nacido el señor de toda la tierra!


Osiris y Set



Con el paso de los años, Osiris se convirtió en un rey grande por su bondad y su sabiduría. Se dedicó a la tarea de civilizar a su pueblo, que por aquel entonces tenía costumbres primitivas y practicaba el canibalismo.

Sus métodos de enseñanza eran tan interesantes y agradables, que a sus súbditos no les costó comprender y adoptar las nuevas normas de comportamiento.

Cuando Osiris terminó la tarea civilizadora con su pueblo, viajó a otras tierras con el mismo propósito, ganando el respeto y la admiración de quien lo conocía.

Mientras más lo conocían, más lo veneraban. Esto generó una gran envidia en su malvado hermano Set.

Mientras Osiris viajó atierras lejanas, su esposa Isis gobernó Egipto. Set trató de tomar parte en el gobierno sin conseguirlo, pero cuando Osiris finalmente regresó, Set comenzó a pergeñar un plan para deshacerse de su hermano, el rey.

Para lograr su objetivo Set consiguió asociarse con Aso, la reina de Etiopía y a un grupo de setenta y dos traidores.

Luego, se tomo el trabajo de medir cuidadosamente y en el más absoluto secreto el cuerpo de su hermano y, con esas medidas mandó construir un cofre, ricamente tallado y adornado.

Set, entonces, organizó un gran banquete donde invitó a su hermano Osiris y a los setenta y dos conspiradores.

En medio de la fiesta, Set dijo divertido:- ¿Ven este riquísimo cofre? Se lo obsequiaré a quien cupiere de cuerpo entero en él.

Los traidores formaron rápidamente una larga fila para medirse dentro, pero ninguno cupo. Cuando le llegó el turno a Osiris, que no sospechó en ningún momento de que estaba siendo víctima de una traición, se acostó adentro. Los conspiradores se abalanzaron sobre el cofre, clavaron la tapa y luego arrojaron plomo derretido, para evitar que pudiera quedar alguna abertura por donde Osiris pudiera respirar.

Mas tarde cargaron el cofre con su preciosa carga hasta el río Nilo y lo arrojaron a sus aguas en la desembocadura del Tanaitic.


Isis, recorre Egipto


Cuando Isis se enteró de lo ocurrido, como muestra de dolor se vistió de negro y se cortó un mechón de cabello.

Isis estaba convencida de que los muertos no podían descansar hasta que fueran sepultados y se celebraran los funerales con los ritos correspondientes, por esa razón, acompañada de su hijo Horus, también llamado Harpócrates, partió a buscar el cofre con los restos de su marido desaparecido.

Al llegar a la isla de Buto, le rogó al rey Uadyet, que cuidara de Horus, ya que temía que el odio de Set, también alcanzara a su hijo. Luego partió a recorrer Egipto tratando de averiguar con cuanta persona se cruzara en su camino si alguien había visto el cofre, pero nadie sabía nada al respecto.

Cuando estaba a punto de perder sus esperanzas, se le ocurrió preguntarle a un grupo de niños que jugaban alegremente a orillas del río. Ellos le respondieron que habían visto a Set y otros hombres arrojar un cofre cerca de la desembocadura del Tanaitic.

Al enterarse, Isis corrió a visitar a su hermana Neftis para comentarle lo que habían dicho los niños. Al llegar a la casa, Isis vio las ramas de una planta medicinal que su marido Osiris usaba en su corona y que había dejado en casa de Neftis. Así descubrió que su marido había tenido relación con su hermana, confundiéndola con ella, ya que eran muy parecidas. De esa unión ilegítima, nació Anubis, pero Neftis lo mantuvo en secreto ocultándolo al nacer temiendo una posible represalia de Set.

Isis, buscó a la criatura con la ayuda de unos perros y cuando lo encontró, lo cuidó y lo alimentó y a partir de ese momento, Anubis la acompaño siempre a todas partes cuidándola como si fuera su verdadero hijo.

miércoles, 9 de junio de 2010

LEYENDAS GRIEGAS


LA PROFECÍA DEL ORÁCULO AL REY:


El rey Acrisio reinaba en Argos. Hace de ello muchos, muchos años. Como no tenía ningún hijo varón, sino una sola hija llamada Danae, consultó el oráculo sobre lo que debía hacer para tener descendencia masculina. El oráculo le respondió: «No esperes ya ningún hijo más, pero un nieto te matará y preso de pánico por su vida y su reino, encerró a su hija Danae en una sólida estancia subterránea construida de piedra.

Pero el más poderoso de los dioses, Zeus, bajó a la Tierra en forma de una niebla de oro y llegó hasta ella. Danae recogió aquella fina lluvia de oro con su manto, y de ella apareció el dios supremo que se posó con ella. De esta unión con Zeus nació un niño, ,que ella llamó Perseo. Pero un buen día, el rey Acrisio escuchó la vocecita un niño que estaba jugando. Ordenó que abriesen inmediatamente aquella estancia, hasta entonces siempre cerrada, y que madre e hijo compareciesen ante él.

Acrisio no podía dar crédito a lo que su hija decía, que el padre del niño era el propio Zeus. Temiendo constantemente que se cumpliese el oráculo, encerró esta vez a madre e hijo en un gran arcón de madera, ordenando seguidamente que fuese arrojado al mar. La gran caja de madera flotó y navegó a la deriva, sin rumbo fijo, era un juguete de las olas. La madre, temerosa y con lágrimas en los ojos, abrazaba con fuerza a su querido y desamparado hijo, mientras sollozaba..


EL ABANDONO DE PERSEO:


En qué desamparo te encuentras, querido hijo, sin que sepas lo que te ocurre. Tú duermes aún el tranquilo sueño de un niño de pecho y apoyas tranquilamente tu querida carita contra mi cuerpo. Duerme, duerme mi niño, sigue durmiendo. Y tú, Zeus, padre de esta criatura, procura salvarnos, aparta de nosotros esta desgracia, al menos de nuestro hijo. Azotada por el viento y el oleaje, la caja prosiguió su viaje a la deriva hasta llegar cerca de una playa de la isla de Serifos, donde el pescador Dictis ordenaba precisamente sus redes. Éste lanzó inmediatamente una gran red al agua y pescó la gran caja de madera.

La arrastró fuera del agua, mientras las olas, con sus crestas de blanca espuma, seguían golpeando la caja. Danae, al principio, se asustó, pero el niño Perseo obsequió al pescador con su risa, contagiosa y sincera, una demostración de su ascendencia divina. Pero en la isla de Serifos gobernaba como rey Polidectes, hermano gemelo de Dictis. Unos hermanos desiguales, el uno era muy bondadoso, poseía un collar de oro; el otro, el rey, era tenebroso y malévolo.
SU IMPOSIBLE MISIÓN:

Sin dudar, acogió a los dos náufragos y crió al pequeño Perseo en su palacio. Tanto la madre como el hijo eran buenos para realizar todos los trabajos que les ordenaba, sin olvidar que Polidectes se había enamorado de Danae. De esta forma fueron transcurriendo los años. Perseo se había convertido en un esbelto y robusto joven. Y el rey seguía con una idea fija en su cabeza: quería casarse con Danae. Pero como que tanto ella como su hijo Perseo estaban en contra de estos esponsales, el señor de la isla no tuvo más salida que engañar a Perseo, ordenándole que fuese en busca de la cabeza de la terrible Gorgona Medusa. Perseo ignoraba que las tres Gorgonas: Esteno, Euriale y Medusa, eran unos monstruos terroríficos; poseían alas, unos dientes poderosos y en la cabeza serpientes en lugar de cabellos. Su mirada era tan terrible y espantosa que aquel que las contemplaba quedaba inmediatamente petrificado.

Excepto Medusa, las otras dos eran inmortales y vivían en el límite más lejano del mundo, alejadas de todo, en los insondables abismos de noche y de la muerte. Por este motivo, Polidectes estaba convencido de que Perseo no sobreviviría jamás a esa misión. Pero Perseo, hijo de Zeus, era muy amado y muy valioso para los dioses, y Zeus había escuchado en sufrimiento las insistentes súplicas de la madre, mientras a la deriva en alta mar, y no las había olvidado. El joven de corazón valiente, emprendió el largo viaje para enfrentarse a las aventuras que le esperaban. Llegó al lugar donde moraban las hermanas de las Gorgonas, que habían nacido como mujeres muy ancianas; eran las guardianas de las Gorgonas y sólo ellas conocían el camino que conducía hasta ellas.

El valeroso joven les robó el diente y el ojo -las tres sólo poseían un único ojo que utilizaban alternativamente-, que sólo devolvió cuando le indicaron el camino que debía seguir. Pero el camino le conducía primero a las ninfas y éstas entregaron tres objetos a Perseo, con los que podría cumplir su misión: unos zapatos con alas, con los que podía volar por los aires, una bolsa mágica para la cabeza de la Gorgona, y un yelmo que lo haría invisible.


LA LUCHA CONTRA LAS GORGONAS:

Tan pronto se lo colocaba, era invisible para todos. La diosa Atenea le entregó además un espejo metálico intensamente brillante. Perseo se sujetó los zapatos alados y dejó que el viento lo transportase hasta el fin del mundo, allí donde habitaban los monstruos con las serpientes en la cabeza. las montañas eran allí altísimas, tanto que parecían acariciar el cielo, y Perseo divisó unas figuras petrificadas que permanecían inmóviles en medio de aquel paraje: un león que huía, que parecía mirar al vacío con sus fauces abiertas, una persona ésta también en plena huida, también convertida en piedra.

A la izquierda y derecha del camino había animales, personas jóvenes y adultas, niños, como cincelados por un escultor que pretendiese representar el pavor. Todos ellos habían sido las inocentes víctimas de las Gorgonas; con sólo mirarlas habían quedado petrificadas. Perseo se aproximó cautelosamente, internándose más y más en las profundidades de una cueva; por precaución sujetó bien delante de su rostro el espejo que Atenea le habla entregado, porque sólo reflejada en el espejo podía mirar a Medusa si no deseaba, también él, verse convertido en piedra. Percibió desde lejos una voz ronca y luego los silbidos de los colúbridos; esperó hasta que llegase la noche y las Gorgonas se hubiesen dormido; luego, con suma cautela, se aproximó cada vez más a ellas hasta descubrir en el espejo la imagen de la Medusa. Desenvainé rápidamente su espada y con un fuerte golpe le separó la cabeza del tronco la cabeza rodó por el suelo. Su rostro, convenido en una horrenda caricatura, miraba fijamente al vacío. Pero de la sangre que broté del tronco de la Gorgona surgió, envuelto en tempestuosas nubes, el caballo alado Pegaso.

El héroe introdujo la cabeza de la Medusa en la bolsa mágica. Pero apenas había finalizado su trabajo cuando las otras dos Gorgonas, sus hermanas inmortales, se despertaron y desearon vengar inmediatamente la muerte de su hermana. Perseo se cubrió rápidamente con el yelmo mágico, ahora era invisible para aquellos dos monstruos. Con sus zapatos alados ascendió y emprendió el vuelo; de esta forma consiguió salvarse de aquellos malignos y vengativos espíritus, las tormentosas ráfagas de viento zarandeaban a Perseo en el aire, de forma que al llegar la noche decidió pisar nuevamente tierra. Pero había descendido en el territorio del poderoso gigante Atlas. Éste poseía numerosos rebaños de ganado y grandes huertos en los que crecía un árbol con ramas de oro, hojas de oro y manzanas de oro. Perseo había confiado que el gigante lo acogería bien, ofreciéndole la hospitalidad deseada, pero el gigante estaba terriblemente enojado, deseaba darle muerte porque, según un oráculo, sólo había venido para robarle su oro. Perseo extrajo entonces de su bolsa mágica la cabeza de la Medusa y se la mostró al gigante. Atlas quedó inmediatamente petrificado convertido en una gigantesca montaña de piedra.

PERSEO MATA A SU PADRE:

Pero en cierta ocasión, Perseo llegó al país al que su abuelo había huido, El héroe había sido invitado a unos solemnes funerales, participando luego en una competición deportiva. Al lanzar el disco, éste, mal dirigido por el viento, golpeó con fuerza al abuelo y lo mató. De esta forma se cumplía el destino predicho por e] oráculo. Perseo sepultó con toda solemnidad a su abuelo y como vacilaba en aceptar la herencia del abuelo, por él involuntariamente asesinado, entregó el reino a un familiar suyo; mas este familiar, a cambio, le hizo nuevamente entrega de todo su reino.

Definición de Mitología

La mitología aparece de manera prominente en la mayoría de las religiones y, de igual modo, la mayoría de las mitologías están relacionadas con, al menos, una religión.

El término se suele usar más frecuentemente en este sentido para referirse a las religiones fundadas por sociedades antiguas, como la mitología griega, la mitología romana y la mitología escandinava. Sin embargo, es importante recordar que, mientras que algunas personas ven los panteones escandinavo y celta como meras fábulas, otros las consideran religiones. Del mismo modo, ello también sucede al analizar las mitologías de los pueblos indígenas (ejemplo la Mitología de América del Sur); en el que se pueden observar casos en que aún se profesan las religiones nativas.

Generalmente, muchas personas no consideran los relatos que rodean al origen y desarrollo de religiones como el cristianismo, judaísmo e islamismo, como crónicas literales de hechos, sino como representaciones figurativas o simbólicas de sus sistemas de valores.